sábado, 31 de diciembre de 2011

Santa Cruz: La Iglesia pide el fin de la violencia


Río Gallegos (Santa Cruz), 30 Dic. 11 (AICA)
Las protestas contra el proyecto de emergencia económica, en Santa Cruz dejaron 21 heridos

A raíz de los incidentes de ayer, que dejaron al menos 20 personas heridas, durante una manifestación de trabajadores estatales que se oponían al tratamiento legislativo de un proyecto de ley para declarar la “emergencia económica” en la provincia de Santa Cruz, los obispos de Río Gallegos junto con el Equipo Diocesano de Pastoral Social pidieron “encarecidamente que se detengan los actos de violencia empeñándonos en una nueva imaginación para vivir la democracia con justicia y paz”.     “Estamos viviendo los días posteriores a la Navidad, el pesebre está presente en todos nuestros hogares, como es costumbre, hasta el próximo 6 de enero. En medio de estas fiestas familiares somos testigos una vez más de hechos de violencia, corridas, heridos, que no condicen con el espíritu de la Navidad”, dijeron en un comunicado.

     La Iglesia diocesana consideró que “esta realidad dolorosa deviene de una historia de vínculos societarios rotos, y nos obliga a pensar y reflexionar juntos como comunidad los grandes ejes que deben constituir la prioridad provincial, propiciándose un encuentro de todos los sectores sociales –promoviendo su compromiso- para interpretar nuestra realidad, buscando a través del diálogo irrestricto caminos apropiados para encontrar alternativas concretas para la paz y la convivencia”.

     Por último, los prelados y la Pastoral Social desearon que “el comienzo del nuevo año nos encuentre reunidos alrededor de la mesa con el deseo de la paz, pero que este deseo se concrete en las acciones del día a día”.

     El comunicado lleva la firma del obispo de Río Gallegos, monseñor Juan Carlos Romanín; del obispo auxiliar, monseñor Miguel Ángel D’Annibale y del Equipo Diocesano de Pastoral Social.+

EDUCAR A LOS JÓVENES EN LA JUSTICIA Y LA PAZ

MENSAJE DEL PAPA BENEDICTO XVI
PARA LA CELEBRACIÓN DE LA
XLV JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ
1 DE ENERO DE 2012

1. El comienzo de un Año nuevo, don de Dios a la humanidad, es una invitación a desear a todos, con mucha confianza y afecto, que este tiempo que tenemos por delante esté marcado por la justicia y la paz.

¿Con qué actitud debemos mirar el nuevo año? En el salmo 130 encontramos una imagen muy bella. El salmista dice que el hombre de fe aguarda al Señor «más que el centinela la aurora» (v. 6), lo aguarda con una sólida esperanza, porque sabe que traerá luz, misericordia, salvación. Esta espera nace de la experiencia del pueblo elegido, el cual reconoce que Dios lo ha educado para mirar el mundo en su verdad y a no dejarse abatir por las tribulaciones. Os invito a abrir el año 2012 con dicha actitud de confianza. Es verdad que en el año que termina ha aumentado el sentimiento de frustración por la crisis que agobia a la sociedad, al mundo del trabajo y la economía; una crisis cuyas raíces son sobre todo culturales y antropológicas. Parece como si un manto de oscuridad hubiera descendido sobre nuestro tiempo y no dejara ver con claridad la luz del día.

En esta oscuridad, sin embargo, el corazón del hombre no cesa de esperar la aurora de la que habla el salmista. Se percibe de manera especialmente viva y visible en los jóvenes, y por esa razón me dirijo a ellos teniendo en cuenta la aportación que pueden y deben ofrecer a la sociedad. Así pues, quisiera presentar el Mensaje para la XLV Jornada Mundial de la Paz en una perspectiva educativa: «Educar a los jóvenes en la justicia y la paz», convencido de que ellos, con su entusiasmo y su impulso hacia los ideales, pueden ofrecer al mundo una nueva esperanza.

Mi mensaje se dirige también a los padres, las familias y a todos los estamentos educativos y formativos, así como a los responsables en los distintos ámbitos de la vida religiosa, social, política, económica, cultural y de la comunicación. Prestar atención al mundo juvenil, saber escucharlo y valorarlo, no es sólo una oportunidad, sino un deber primario de toda la sociedad, para la construcción de un futuro de justicia y de paz.

Se ha de transmitir a los jóvenes el aprecio por el valor positivo de la vida, suscitando en ellos el deseo de gastarla al servicio del bien. Éste es un deber en el que todos estamos comprometidos en primera persona.
Las preocupaciones manifestadas en estos últimos tiempos por muchos jóvenes en diversas regiones del mundo expresan el deseo de mirar con fundada esperanza el futuro. En la actualidad, muchos son los aspectos que les preocupan: el deseo de recibir una formación que los prepare con más profundidad a afrontar la realidad, la dificultad de formar una familia y encontrar un puesto estable de trabajo, la capacidad efectiva de contribuir al mundo de la política, de la cultura y de la economía, para edificar una sociedad con un rostro más humano y solidario.

Es importante que estos fermentos, y el impulso idealista que contienen, encuentren la justa atención en todos los sectores de la sociedad. La Iglesia mira a los jóvenes con esperanza, confía en ellos y los anima a buscar la verdad, a defender el bien común, a tener una perspectiva abierta sobre el mundo y ojos capaces de ver «cosas nuevas» (Is 42,9; 48,6).

link para acceder al texto completo:

sábado, 24 de diciembre de 2011

NAVIDAD


Navidad es la Fiesta de la cercanía humana de Dios que llega a nosotros en su Hijo Jesucristo. Dios no abandona al hombre, vino a buscarlo de un modo único y nuevo en Belén, para ser su camino y hacerlo partícipe de su vida. Ya no caminamos solos. La realidad de este hecho histórico tiene como destinatario a todos los hombres, no es patrimonio de algunos. La fe, que es la que nos permite comprender el sentido pleno de este acontecimiento, es la que nos compromete a proclamarlo a todos.


El vino para un encuentro personal con cada uno de nosotros. San Pablo, le decía los cristianos: "estoy sufriendo hasta que Cristo sea formado en ustedes" (Gal. 4, 19). Esto significa que el Misterio de Navidad se realiza en nosotros, concluye el Catecismo: "cuando Cristo toma forma en nosotros y se realiza, así, ese admirable intercambio en el que Dios se hace hombre y el hombre participa de misma vida de Dios" (cfr. CIC. 526).



Esta presencia de "Dios con nosotros" que celebramos en Navidad, lamentablemente, no ha llegado a transformar la vida del hombre y no ha creado las condiciones de una sociedad nueva. Siguiendo a san Pablo podríamos decir que Cristo aún no ha llegado a "tomar forma" en nosotros. Tal vez permanece como una idea más, junto a otras, pero no como una presencia que todo lo transforma. La gloria de Dios es la dignidad del hombre. Son muchos los signos que hoy nos hablan de la ausencia de Dios. Pienso en los atentados contra la vida que son una ofensa a la dignidad de la condición humana. Comenzando por la vida por nacer que necesita del cuidado y la tutela jurídica de su primer derecho, y encuentra como respuesta política la posibilidad del aborto, siguiendo por el cuidado de la niñez que vive las consecuencias de una sociedad enferma, que ha llegado en el maltrato hasta la muerte. No puedo dejar de mencionar en esta mirada de la realidad el avance de la droga que deteriora y mata a muchos jóvenes. Que triste tener que hablar de estos temas en Navidad, pero ellos ocupan un lugar tristemente actual en la vida de los argentinos.

Esta lectura de la realidad no puede disminuir, sin embargo, nuestra esperanza que se basa en la presencia de Dios y en el triunfo del bien. En Navidad celebramos el compromiso definitivo de Dios con el hombre, que se hace vida en la historia a través de la fuerza del Evangelio, y que actúa desde dentro del hombre renovando: "los criterios de juicio, los valores determinantes, las líneas de pensamiento y los modelos de vida del hombre contemporáneo" (cfr. CIC. 523). El mayor drama del mundo está marcado, decía Pablo VI: "por una ruptura entre el evangelio y la cultura". Este es un desafío para la Iglesia y para cada cristiano. Lejos de lamentarnos y añorar con nostalgia el pasado, debemos ser testigos de una esperanza que se apoya en la certeza de la presencia de Jesucristo. La misión de la Iglesia es proclamar, con humildad y fortaleza, esta verdad del Evangelio que es vida para el hombre y principio de transformación para el mundo.

Que en esta Navidad comencemos a hacer realidad en nuestra familia y amigos, el mensaje de amor, de solidaridad y de paz que nos trajo el Niño de Belén. Reciban de su Obispo junto a mi afecto y oraciones, mi bendición en el Señor.
Mons. José María Arancedo
Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz

ORACIÓN DE BENDICIÓN DE LA MESA DE NOCHEBUENA

Bendice; Señor nuestra mesa.
Por una noche al menos,
quisiéramos que el mundo fuera una gran familia,
sin guerras, sin miserias, sin hambre, sin dolor,
y con algo más de música y de justicia.

Que este hogar, Jesús,
reciba tu palabra de amor y de perdón
y siempre estés tú presente.
Conservanos unidos.

Danos durante todo el año paz y trabajo.
Danos fuerzas para ser personas justas,
comprensivas, comprometidas por un mundo mejor.
Así habrá muchas "noches buenas"
y "días buenos".

Eres bienvenido, Señor, siempre a esta casa.
Y confiamos que Tú nos reúnas también
un día en tu Casa para celebrar la eterna Navidad. 
Amen 

lunes, 5 de diciembre de 2011

EL MALTRATO DE LOS NIÑOS, PROBLEMA ACTUAL

Artículo de monseñor José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, 
publicado en el diario El Litoral el sábado 3 de diciembre de 2011

Qué triste llegar al tiempo de Navidad y tener que hablar de un tema que ocupa un lugar tristemente destacado en la vida de los argentinos. Me refiero al maltrato de los niños que ha llegado, incluso, hasta la muerte. Son muchos los casos aberrantes que a través de los medios conocemos. El repudio es inmediato, las marchas se multiplican, todos hablamos del hecho, pero temo que, como toda noticia, tenga su tiempo. Mañana hablaremos de otro tema. Estamos ante señales de un deterioro humano y social que debemos saber leer. Llama la atención que se han cruzado límites impensados. ¿Cuál es la causa de estos hechos que se repiten? No es fácil encontrar una respuesta única. Puede ser fácil encontrar al culpable y aplicarle la pena merecida. Pero el problema tiene raíces más profundas. El nivel de violencia alcanzado habla de una sociedad enferma, que ha perdido principios y referencias. A esta sociedad pertenezco, sería la primera conclusión o toma de conciencia para afrontar el problema.

Creo que no alcanza para explicar este nivel de agresividad hacia la niñez, incluso familiar, hablar de marginalidad, rapto de locura o “pase de facturas”. Tampoco quedarnos en causas de tipo psicológico, que existen; o de conductas sociales que se van arraigando y formando una mentalidad sin escrúpulos y sin límites. No hay que dejar de valorar, por otra parte, la importancia de las denuncias y la prevención, pero considero que estamos ante una situación que nos interpela culturalmente y, porque no, nos acusa. Somos parte de la cultura en que vivimos, sea por acción u omisión. Se descubre en el agresor historias de violencia sufridas, la víctima de ayer es el potencial victimario de hoy. Sabemos que las conductas éticas y sociales no están impresas en el hombre, ellas se trasmiten, son objeto y materia de educación. Siempre habrá casos patológicos, pero el tema que nos ocupa habla de una sociedad que ha ido perdiendo ese patrimonio cultural y moral, como base de sus relaciones.

Es el hombre, por ello, al que hay que sanar y educar en su vida, ideales y relaciones. Es el hombre quién ha perdido escala de valores y capacidad de gobierno sobre sus afectos, impulsos, alegrías y fracasos. Como nunca ha avanzado el conocimiento sobre el hombre, parecería que ello no alcanza. Tal vez este conocimiento nos sirva para intentar curarlo, pero me inclino a pensar que el tema de fondo es anterior, me refiero a la ausencia de un proyecto o ideal que de sentido a la vida en el ámbito de la convivencia humana. Lo que está en crisis es la cultura en cuanto horizonte de valores compartidos. Hablamos sin entendernos. Muchas veces se vive en un mundo familiar o social, sin sentirse parte de él. Considero, por ello, que el tema es más cultural e incluso religioso, que judicial o policial. En este sentido la ausencia de Dios, como fuente de razón y fundamento del orden moral, no es un tema menor en la vida y desarrollo del hombre como ser espiritual y social.

Pienso, además, que es la vida misma la que se ha ido devaluando y ha dejado de ser un valor absoluto y, por lo mismo, ya no es un límite. En el marco de una cultura de corte constructivista donde el hombre con su libertad es una suerte de dios creador, el nivel moral de sus principios es determinante. Una libertad sin valores ni referencias vinculantes se convierte en un arma peligrosa. En un contexto de insatisfacción y orfandad afectiva en el que viven y crecen muchas personas, la ira o agresividad se manifiesta como una respuesta que define una conducta; la incapacidad afectiva para establecer y mantener relaciones con lo diverso; el bajo nivel de gobierno que debilita el dominio sobre sus pasiones; la ausencia de un proyecto que organice y de sentido a la vida, aísla al hombre de su mismo mundo familiar o social; en el contexto de una cultura individualista el otro, cuesta decirlo, puede convertirse en un estorbo.

Alguien habló del mundo de lo descartable. Qué triste que estemos hablando en estos términos y sea el niño, en su inocencia y esperanza, el destinatario de tanta bajeza humana. Esta aproximación que he tratado de esbozar y que pueden parecer un tanto generales actúan, sin embargo, a modo de causa difusa en el comportamiento del hombre. En este aspecto le cabe una gran responsabilidad a los medios de comunicación social, que tienen una presencia determinante en la vida y cultura de la comunidad. Hay que recrear, por ello, las condiciones sociales y culturales que permitan una verdadera educación integral del hombre, donde los valores no sean utopías sin fundamento, sino que despierten ideales de una vida posible y mejor. Donde la vida humana sea un valor absoluto. Como vemos este tema nos involucra a todos. La crisis de la educación es , ante todo, una crisis de proyectos y testimonios que entusiasmen y den sentido al futuro del niño y del joven. La ausencia de ideales crea un vacío existencial que se hace inmanejable para muchos jóvenes. Una formación en los valores necesita, además, un positivo sentido de las virtudes como hábitos que permiten alcanzar y vivir el ideal propuesto. Una educación que no tenga en cuenta el significado de la virtud como hábito operativo, deja al educando en cierta orfandad.

Quiero unirme al dolor de tantas familias que han padecido esta miseria humana y elevar mi voz en el reclamo de justicia, pero también que sepamos examinarnos como parte de una sociedad enferma, que debe dar una respuesta a esta realidad social. Reciban junto a mi afecto y oraciones, mi bendición en el Niño de Belén que viene para hacernos más hermanos.

La ausencia de ideales crea un vacío existencial que se hace inmanejable para muchos jóvenes. Una formación en los valores necesita, además, un positivo sentido de las virtudes como hábitos que permiten alcanzar y vivir el ideal propuesto.

Muchas veces se vive en un mundo familiar o social, sin sentirse parte de él. El tema es más cultural e incluso religioso, que judicial o policial. En este sentido la ausencia de Dios, como fuente de razón y fundamento del orden moral, no es un tema menor en la vida y desarrollo del hombre como ser espiritual y social.

Fragmentación e Individualismo

Hay una gran relación entre la Familia, la Iglesia y la Sociedad. No sólo porque los mismos individuos concretos formamos parte de ellas, sino porque lo que sucede en una repercute también en las otras. Decimos –y seguramente lo aprendimos en la escuela– que la familia es la célula básica de la sociedad. A la familia la llamamos “Iglesia doméstica”. A la Iglesia la entendemos como “familia de los hijos de Dios”. Queremos que la sociedad a nivel global sea “una misma familia humana”.

Intentaré describir en tres reflexiones algunas características de la cultura que inciden de manera especial en la familia y en nuestras comunidades.

Al mirar nuestra realidad, percibimos que estamos insertos en una cultura que no nos habla de unidad o de universalidad sino de división, y más aún, defractura o fragmentación.

Antes de la caída del Muro de Berlín en Noviembre de 1989, el mundo se presentaba dividido en dos grandes bloques que se apoyaban en ideologías antagónicas. La caída del Muro provocó un cambio en la realidad política a nivel mundial.

Avanza el fenómeno de la globalización, pero sus beneficios llegan sólo a una franja de la sociedad, mientras que otra queda excluida, considerada sobrante o desechable.

Estas mismas realidades de división y de fragmentación ocurren en la experiencia espiritual. Los autores clásicos de la espiritualidad, ins­pirados en San Pablo, tenían plena conciencia de la división que se da en el interior del hombre. San Pablo mismo lo dice en una de sus Cartas: "Veo el bien que quiero y hago el mal que no quiero"(Rm.7, 19), y los autores clásicos de espiritualidad lo expresaban diciendo "Estoy, siendo uno solo, divi­dido”.

Hoy, cuando se le pregunta a un adolescente o joven “¿cómo estás?", en lugar de responder "bien" o "mal", pregunta "¿en qué?". Y después de charlar un poco, te dice que está con su familia, bien; en el estudio, mal; en el trabajo, más o menos; con los amigos, bien con algunos y mal con otros; en su relación de noviaz­go, también con vaivenes. Existe una dificultad de encontrar la unidad personal y decir "estoy bien" o "estoy mal". La experiencia de la frag­mentación es vivida también en el ámbito de lo espiritual o del estado de ánimo.

Estamos en un "clima" de fractura o fragmentación: divi­sión en lo social, en lo personal, en lo familiar, y también en lo eclesial. Esta experiencia va atravesando todos estos ámbitos, desde los más pequeños hasta los más amplios. La persona que se siente fragmentada genera vínculos “flojos”, relaciones esporádicas y superficiales; emotivamente intensas, pero fugaces.

Se percibe un fuerte individualismo. Una frase muy escuchada lo expresa claramente: “con mi vida hago lo que quiero”.

La sensación de fractura o fragmentación muchas veces nos lleva a cerrarnos, encapsularnos o a tener una cierta dificultad para el trabajo en común.

En nuestra sociedad –y también en nuestra Iglesia– se observa, por un lado, la dificultad que encontramos en poder construir con otros, y por otro lado, la facilidad que tenemos en buscar hacer aquellas cosas que sólo dependan de uno mismo.

Se escucha a veces esta formulación: "Yo me puedo hacer cargo sólo de lo que de mí depende, de lo otro, no". De algún modo es razonable. Pero detrás de esa frase está la idea de que uno puede construir solo algo concreto y palpable, reducido en espacio y tiempo. Y es así que también se escucha: "No me pidan que comparta con otros la responsabilidad”. De esta manera es muy difícil tener un proyecto de país o un programa diocesano o regional.

Adelantándome un poco a algunos aspectos que desarrollaré en los próximos domingos, tenemos caminos para andar en medio de estas situaciones:

En la Familia: fortalecer los vínculos entre esposos, padres e hijos, hermanos.

En la Iglesia: comprometernos en la comunión y la misión.

En la sociedad: la amistad social que nos permite renovar el deseo de un Bicentenario en Justicia y Solidaridad.

¿Nos animamos a construir juntos estemos donde estemos?


Columna de opinión de monseñor Jorge Lozano, obispo de Gualeguaychú y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, publicada el 4 de diciembre de 2011

martes, 29 de noviembre de 2011

Aborto encubierto en los proyectos de Fecundación Artificial

Nicolás Lafferriere y Leonardo Pucheta
Centro de Bioética, Persona y Familia
23 de noviembre de 2011

En la Cámara de Diputados de la Nación se trataría el próximo 30 de noviembre en Plenario un proyecto de ley sobre “Técnicas de Reproducción Humana Asistida”.  El proyecto de ley de mayoría a lo largo de su articulado tiene los siguientes alcances:
· Contempla la posibilidad de eliminación de embriones humanos;
· Establece que los embriones pueden ser congelados (arts. 15, 16 y 17);
· Establece que luego de 10 años de congelamiento los embriones no reclamados “deben ser descartados” (art. 17).
· No incluye sanciones penales ni administrativas para quien mata o daña un embrión.

El proyecto de ley, en consecuencia, supone la introducción de una manera encubierta del aborto, por la eliminación de los embriones humanos concebidos por estas técnicas. Esta vulneración del derecho a la vida de los embriones concebidos en técnicas extracorpóreas se puede realizar en tres formas:
· Por darle muerte de manera directa al embrión;
· Por el carácter abortivo de las técnicas en sí mismas;
· Por la congelación de embriones


El embrión es persona: Los derechos reconocidos por la Constitución Nacional, los tratados de derecho internacional sobre Derechos Humanos con jerarquía constitucional, el Código Civil y numerosa legislación nacional y provincial, no fueron tenidos en cuenta al momento de proyectar la legislación de esta compleja cuestión, pues resulta de su análisis que sólo algunos de los embriones “utilizados” en estos procedimientos podrán gozar efectivamente de los derechos humanos que le corresponden en virtud de su intrínseca dignidad y del posterior reconocimiento del Estado argentino y la comunidad internacional.



1) La eliminación directa de embriones: el proyecto acepta la posibilidad de eliminación deliberada de embriones concebidos extracorpóreamente, que son desechados por la presencia de “defectos físicos” o bien porque se los considera “sobrantes”. En efecto, el dictamen de mayoría no tiene ninguna norma que prohíba la eliminación de embriones, y además en su artículo 15 establece que sólo se podrán conservar los embriones “viables”. De esta manera, el proyecto de ley vulnera el derecho a la vida de los embriones, que para nuestro ordenamiento jurídico son personas por nacer.

Respecto de lo establecido en los artículos del proyecto citados, cabe simplemente advertir que para el legislador, no todas las personas por nacer merecen el mismo trato: solo algunas, las que sean viables, o las que por indicación y criterio médicopodrán vivir.

2) El carácter abortivo de la fecundación extracorpórea: La segunda manera en que las técnicas de fecundación artificial vulneran el derecho a la vida es por el carácter abortivo que siempre tienen las técnicas. En efecto, aunque son técnicas que supuestamente se ordenan a la vida, para lograr un nacido vivo se requiere la muerte de un alto número de embriones.

Estadísticas británicas sobre la eliminación sistemática de embriones: En un informe británico sobre un período de 15 años de aplicación de técnicas de fecundación artificial (1991-2006), el número total de embriones concebidos fue de 2.302.627, de los cuales fueron "eliminados" 1.009.916 embriones (44%) y el número de "nacidos vivos" hasta el año 2004 era de 98.200 niños (Human Fertilisation and Embryology Authority, “A long term analysis of the HFEA Register data. 1991-2006”, 11 de julio de 2007). Otro informe del mismo país, en este caso del Comité de Ciencia y Tecnología del Parlamento Británico, consigna que, para obtener un bebé nacido vivo con técnicas de procreación humana, se necesitan al menos 9,6 embriones en promedio para Europa. El país con mejor “tasa” es Islandia, que necesita 5,6, mientras que en Gran Bretaña se necesitan 10,6 (Gran Bretaña, House Of Commons, Committee On Science And Technology, Fifth Report, Marzo 2005, en:http://www.publications.parliament.uk/pa/cm200405/cmselect/cmsctech/7/702.htm).

3) La afectación del derecho a la vida por la congelación de embriones: Un problema particularmente grave de las técnicas “extracorpóreas” lo constituye el riesgo de la “crioconservación”. En efecto, ante cualquier imposibilidad de “transferir” el embrión concebido al seno materno, se ha dispuesto la “congelación” de los embriones “sobrantes” que pasan a ser “material disponible”, a la espera de una decisión sobre su transferencia.
Se desconocen los daños que la congelación y la descongelación pueden provocar a la estructura corporal del embrión y más aún las consecuencias psíquicas que este procedimiento puedan tener en su futuro desarrollo. Por ello, se pone en riesgo el derecho a la vida (art. 6 inc. 1 de la Convención sobre los Derechos del Niño), amenazado por la aplicación a una persona de procedimientos técnicos que afectan su corporeidad sin suficiente conocimiento de las consecuencias. También se vulnera el derecho al desarrollo al suspenderse el crecimiento normal de una persona, violentándose el inc. 2 del art. 6 de la Convención que dice: “Los Estados Partes garantizarán en la máxima medida posible la supervivencia y el desarrollo del niño”.


500.000 embriones congelados en Estados Unidos: En los hechos las técnicas se podrán utilizar para concebir más embriones que los que serán transferidos y ello genera nuevas formas de afectación del derecho a la vida de los embriones. Según ha publicado la BBC, existen en los Estados Unidos alrededor de 500.000 embriones congelados y los mismos expertos reconocen que no saben qué hacer con ellos ante las altas tasas de abandono (“El limbo de los embriones congelados”, William Marquez, BBC Mundo, 19 de noviembre de 2011).

Por otro lado, para el proyecto de ley en trámite en el Congreso los embriones criopreservados no son titulares de ningún derecho, sino que son “las personas destinatarias de las Técnicas de Reproducción Humana Asistida” quienes disponen de aquellos.
Conclusión: Entonces, debemos afirmar que el proyecto que se discutirá en la Cámara de Diputados en pocos días desconoce el derecho a la vida (y así, todos los demás) de la mayoría de los embriones resultantes de las técnicas en cuestión, y de todos aquellos que luego del procedimiento sean “crioconservados”.

Las técnicas de procreación artificial, además de estas altas tasas de mortalidad, resultan objetables en sí mismas, por someter la transmisión de la vida humana a procedimientos técnicos que convierten a la persona por nacer en objeto de producción, vulnerando su dignidad. Estas prácticas imprimen una lógica eminentemente productiva al fenómeno de la transmisión de la vida humana, quedando en evidencia una mentalidad utilitarista y economicista. Por ello entendemos que no pueden ser legitimadas por el legislador y debe trabajarse por solucionar de fondo las causas de la esterilidad o infertilidad sin incurrir en estos abusos biotecnológicos.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

II Feria Regional de Organizaciones Solidarias

En el marco del XI Congreso Iberoamericano de Extensión Universitaria que se desarrollará en nuestra ciudad desde el 22 al 25 de noviembre, se realizará el 22 y el 23 la Feria de Organizaciones Solidarias y Muestra de Emprendedores en Santa Fe y del Foro de Organizaciones "Transformar para Incluir: los desafíos de las OSC y sus redes". Este espacio, organizado por la Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional del Litoral, reunirá a las organizaciones sociales de Santa Fe y de su zona de influencia.

La feria, que se llevará a cabo en la Estación Belgrano (Bv. Gálvez 1050) a partir de las 20 del martes 22 y el miércoles 23 de 11 a 20, servirá a fines de presentar públicamente las actividades desarrolladas por las instituciones y como ámbito de reconocimiento y fortalecimiento de los vínculos interinstitucionales. Se prevén dos modalidades de participación: OSC expositoras y presentación de materiales audiovisuales sobre trabajos desarrollados en territorio.

Simultáneamente se llevará adelante el Foro de Organizaciones Sociales "Transformar para incluir: los desafíos de las OSC y sus redes", que se inaugura el miércoles 23 a las 8:30 con un Panel sobre "Las organizaciones de la sociedad civil y el desarrollo" y continuará el día jueves con mesas de trabajo y paneles sobre "OSC, Redes y Políticas Públicas", a cargo de Sergio de Piero y Marcela Rodríguez. El foro culminará con una rueda de conferencias en torno a la temática de la economía social y solidaria.

Según la lógica de participación que se promueve desde los espacios de extensión de las distintas universidades, se convoca a las instituciones a que propicien la participación de las redes con las cuales trabajan para poner en visibilidad el trabajo y para el diálogo y la reflexión sobre el tema central del congreso: "Integración extensión, docencia e investigación para la inclusión y cohesión social".

Para más información, llamar al (0342) 4571194 interno 113 o escribir a fortalecimientoinstitucional@unl.edu.ar.

Fuente : www.sinmordaza.com

lunes, 21 de noviembre de 2011

Monos traidores y chivos expiatorios

Artículo de monseñor Jorge Eduardo Lozano, obispo de Gualeguaychú y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina, publicado en el diario La Nación del 18 de noviembre de 2011

Observar a algunos animales nos puede ayudar a pensar en la Patria que tenemos y que supimos conseguir. Hay una imagen muy conocida de tres simpáticos monos sentados, cada uno tapándose algo distinto en la cabeza: los ojos, la boca, los oídos. Reflejan con ironía -tal vez cinismo- la actitud humana ante la realidad.

El autor de El Principito escribió: "Lo esencial es invisible a los ojos". Se refería al ámbito espiritual, a aquellos valores y cuestiones trascendentales. Pero la pobreza no es invisible. Nuestros hermanos pobres, vagabundos, desnutridos, sin vivienda, drogadictos, alcohólicos, enfermos? todos los que sufren en su carne no son invisibles a los ojos. Es esencial que los miremos. Las manos del egoísmo nos impiden mirar lo que pasa muy cerca de nosotros. Corremos el riesgo de tener "mirada selectiva". ¿Nadie vio las pistas clandestinas en Formosa? ¿No son visibles los lugares donde se vende droga? ¿No se ve que muchos de los que ingresan a los bingos, casinos o máquinas tragamonedas son pobres?

El reclamo de mayor justicia, de diálogo en la sociedad, es un grito, un clamor popular. Crece la demanda de mayor transparencia y de combate decidido -decidir implica ver, determinar y resolver con firmeza de carácter- a la corrupción que desvía los dineros del pueblo hacia beneficios personales o de un sector. Los casos abundan lamentablemente, ¿verdad? También son muchas las voces que se alzan pidiendo decisión para perseguir a los traficantes de la muerte que lucran con la vida de nuestros jóvenes; a los que secuestran y torturan niñas, niños, adolescentes y jóvenes para explotarlos sexualmente. Una imagen bíblica nos representa esta situación: cuando Caín mató a Abel, "Dios le preguntó: ¿Dónde está tu hermano Abel? Y Caín respondió: "No lo sé. ¿Acaso yo soy el guardián de mi hermano?". Y dijo Dios: "La sangre de tu hermano grita hacia mí desde el suelo".

Caín se hizo el sordo. Hoy diríamos que se hizo el gil, el otario. Disimuló ante el clamor de la sangre. En estos tiempos que corren muchos caminan como si tuvieran los auriculares del mp3 al mango y no escuchan. Después, cuando las papas queman o la leche ya se derramó ponen cara de nada, se encogen de hombros –¿se encogen los hombres?– y dicen "me hubieras avisado antes y daba una mano".

Nos quedamos callados. Ante el atropello, la injusticia con algún compañero de trabajo, el avance del lavado de dinero, el guante blanco que recauda plata a pala llena, mientras que unas pocas monedas van a las manos callosas del trabajador. "En boca cerrada no entran moscas". Un refrán o un programa de vida. Hablar palabras elegantes, decir lo que es "políticamente correcto". Nada de verdades que puedan incomodar o enojar a quien tiene el poder. Si decís pavadas, todo bien. Si hablás cosas importantes, sos un pesado, mala onda.

Cada tanto vuelve a aparecer la propuesta de bajar la edad de imputabilidad ante delitos cometidos por adolescentes. Un chico de 16 años drogado mata a un papá de familia. Me pregunto: ¿y si la droga que consumió bajó en la pista de Formosa, propiedad de un concejal? ¿Y si pasó como alambre caído varios controles en la ruta? ¿Y quién le vendió el arma por 50 pesos? ¿Y quién lo inició en el consumo? ¿Y quiénes no supieron mantenerlo en el ámbito educativo? ¿Y quiénes no se ocuparon de su familia? ¿Y quién se emborrachó en su casa y lo golpeó de chico?

Un dedo, solo un dedo pequeño y delgado apretó el gatillo. Pero hubo una larga cadena de muchos eslabones que hizo fuerza para disparar el arma. ¿Le vamos a dar toda la culpa al último eslabón?

Muchas indiferencias y manos traidoras a la patria dispararon también. El problema no es la edad. Hay muchas manos que nos dirigen que son ciegas, sordas y mudas. Son cómplices necesarios, sicarios de la muerte. "Nada hay más peligroso que un necio con poder", afirmaba el padre Leonardo Castellani, y el refrán popular lo escribe en letras de molde: "Más peligroso que mono con navaja".

Si queremos frenar el delito hemos de trabajar en sus raíces. Sólo con más familia, más escuela, más trabajo, más deporte, más amigos, se lograrán pasos importantes. Nietzsche escribió una vez: "Los monos son demasiado buenos como para que los hombres descendamos de ellos". Yo no lo creo, pero a veces?

En las culturas antiguas se utilizaba la costumbre –casi ritual– de utilizar un "chivo expiatorio". Al animal se le hacía cargo de los males de la sociedad –sequía, pestes, guerra, hambre– y se lo enviaba al destierro o se lo mataba. Muchas culturas han tenido estas prácticas, pero hace siglos se ha dejado de lado en la mayoría de las regiones del planeta. Aunque pareciera que nuestra sociedad, sin aceptarlo, está volviendo a esas costumbres primitivas? Involución, ¿te suena como proceso social y cultural?

A los adolescentes pobres les echamos la culpa de los problemas de seguridad de la sociedad. De modo un poco primitivo nos apasionamos y gritamos, insultamos y nos volvemos xenófobos, vociferamos y señalamos con el dedo: ¡Ellos! ¡Ellos son los culpables! ¡A la cárcel! ¡Que nos los saquen de encima! Y que los encierren bien lejos para que no amenacen nunca más nuestras tibias viditas tibias.

Sin embargo, esta misma sociedad es por demás tolerante con quienes cargan un sobreprecio del 20% en la obra pública, con los que consumen sexo esclavo o infantil, con los que se enriquecen ilícitamente, con los que venden mercadería robada, con los que evaden impuestos, con los que bastardean la dignidad de la mujer transformándola en objeto de consumo obsceno?

Muchos monos traidores con sus cualidades organolépticas adulteradas ad hoc disponen sobre nuestras vidas y juegan con nuestros bienes, nuestro futuro, nuestros sueños. A empecinados monos traidores se les opone una sociedad entera con buenas razones para la esperanza. Yo no quiero vivir en el Planeta de los Simios. ¿Y vos? ¿En qué país querés vivir?

martes, 15 de noviembre de 2011

Día de la enfermera

La Pastoral de la Salud de la Basílica de la Natividad de la Santísima Virgen de Esperanza (Santa Fe) invita a todas las enfermeras a participar de la Santa Misa que se celebrará en acción de gracias, al conmemorarse el próximo lunes 21 de noviembre, el día de la enfermera. La convocatoria es para la hora 20 del mismo lunes 21, con el objetivo de agradecer el trabajo y pedir al Señor la bendición de esta profesión al servicio del hermano sufriente.

Oración de la enfermera

Señor
hazme un instrumento eficaz
de tu misericordia.

Señor, bendice mis ojos
para que reconozcan en el que sufre
tu rostro, y me conduzcan
a la luz y tesoros interiores.

Señor, bendice mis oídos
para que oigan las voces que suplican
escuchen y respondan a los mensajes
de quien no sabe expresarse con palabras.


Señor, bendice mis manos
para que no permanezcan cerradas ni frías,
sino que transmitan calor y cercanía
hasta quien necesita una presencia amiga.

Señor, bendice mis labios
para que no pronuncien frases vacías,
sino que expresen comprensión y gentileza
que nacen de un corazón que ama.

Madres en la marginalidad

Por Monseñor Jorge Eduardo Lozano, obispo de Gualeguaychú y miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social; 6 de noviembre de 2011.- 

La vocación sacerdotal es hermosa. Nos acerca a todas las personas que Dios pone en el camino. Esta cercanía nos hace no pasar de largo y estar disponibles. Saber escuchar también es saber mirar. Volvemos a compartir otras reflexiones y testimonios narrados por un sacerdote en una villa. Son vidas sagradas, como la tuya y la mía. “Contra viento y marea” es un dicho que tiene mucho que ver con los renglones que vienen.

“La fe en Jesucristo nos hace ir más allá. Acompañar sin juzgar. Quiero hacer presentes a tantas chicas y madres que viven en el seno de la marginalidad. Pasan sus días en la calle entre la alienación del consumo del paco y la degradación de la prostitución. Así van pasando los días sin destino, sin sentido, hacia la nada. De pronto quedan embarazadas y el hijo que llevan dentro crece en la calle con ellas; participa del consumo activamente, comulga con la desesperación de su madre por buscar dinero para consumir y sufre el coletazo de todas las enfermedades que vienen detrás: sífilis, HIV, desnutrición, descalcificación, etc.

Estas madres embarazadas, en consumo y prostitución permanente, están en una situación de enorme sufrimiento que clama al cielo y creemos que no podemos ser indiferentes. Tendríamos que pensar seriamente, ¿qué atención reciben estas chicas cuando van a los hospitales estando en la calle?, ¿qué seguimiento hay de esos embarazos?, ¿hay lugares de tratamiento a la adicción para las embarazadas con posibilidad de tener hijos con ellas mientras hacen el vía crucis de la recuperación? El atajo para resolver esta situación de inmediato tiene generalmente dos senderos: pensar que ellas son una amenaza para el bebé que nace; entonces, en el mejor de los casos, cuando nace el bebé es urgente quitárselo. O si el aguijón de la muerte llega antes, inducir a la madre a que es mejor abortar ese bebé.

Ahora nos preguntamos: ¿no es mejor pensar que ese hijo es una enorme oportunidad de reconstruir ese tan ansiado sentido de su vida? ¿No sería más serio darnos repensar un camino de acompañamiento y prevención permanente para estas madres embarazadas que quieren tener a sus hijos aun estando en la calle sumergidas en la adicción?

¿Tendremos el corazón preparado para escuchar su desesperación y descubrir que toda nuestra organización social no sólo es expulsiva en muchos sentidos sino que de a poco se ha transformado en ‘abortiva’?.

La Iglesia que vibra en su maternidad por estos barrios, no aborta nunca a nadie y ha sabido acompañar y conducir a muchas de estas chicas tan abandonadas pero a la vez tan madres. Es una paradoja más de la historia que las más marginadas sean en muchos casos las que conservan más vivo el sentido de la maternidad, no por la calidad de su cariño o de su entrega seguramente, pero sí por su decisión tan aleccionadora de tenerlos igual.

Incluso muchas de ellas logran engancharse definitivamente en la vida a través de ese hijo que todos le aconsejaban abortar. El problema no son los hijos que vienen sino la falta de acompañamiento y de cercanía real de toda la sociedad con sus madres. No nos confundamos: el drama de la vida de estas mujeres no está en tener o en quitarse el bebé ya que la decisión de tenerlo es entrañable e inminente; la agonía de estas chicas y madres transita por la oscura sensación de que no hay nadie para ayudarlas a tener ese bebé y no encuentran un anclaje firme desde donde reconstruir sus vidas.

Pero miremos a una de ellas a quien habíamos rescatado hacía sólo un mes. Transitando el octavo mes de embarazo, llevando diez años de vida entregada al consumo y a la prostitución, una noche mientras estaba por descansar en la piecita que le habíamos conseguido para que viviera con una pareja de novios ya recuperada, sufrió el síndrome de abstinencia. Salió y empezó a caminar. Hacía mucho frío y estaba ya entrada la noche. Mientras caminaba rompió bolsa y llegó a una conocida esquina de nuestro barrio donde no pudo más y entonces hizo llamar una ambulancia que, como es costumbre, llegó tarde. Mientras esperaba desesperada, sola y en trabajo de parto, pasó una amiga, vieja compañera de calle y de consumo. Con la ayuda de ella tuvo a su hijo en la calle, lo abrazó como si hubiera llegado a un puerto existencial seguro y con toda su maternidad a flor de piel emprendió su camino al hospital.”

¡Qué historias! ¡Cuánta fuerza escondida que no se ve! Estas jóvenes y adolescentes tal vez no aparezcan en la farándula o vidrieras de exposición pública. Pero tienen bien ganado el reconocimiento de muchos. Qué bueno también que haya sacerdotes y religiosas que tengan la mirada de Jesús y sepan ver más a fondo en la vida humana.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Jornada Mundial del Enfermo


El próximo domingo 13 de noviembre celebramos la Jornada Nacional del Enfermo. El enfermo es, ante todo, una persona, un hijo de Dios, mi hermano. Esto tan simple de decir es, lamentablemente, muchas veces olvidado. Esta Jornada busca valorar en primer lugar al enfermo, pero también, a todo ese conjunto de personas y circunstancias que lo acompañan, pienso en la familia, médicos, enfermeras…

El enfermo no es un ser vivo más de la naturaleza, sino una persona única en su dignidad y con un destino trascendente. Esto siempre es importante recordarlo. ¡Cuántos seres vivos de la naturaleza gozan de mayores cuidados que una persona!

La enfermedad es parte de nuestra fragilidad, no somos dioses. Ella pertenece al ámbito de nuestra condición de criaturas que cuidamos y buscamos mejorar. En esto la ciencia con sus adelantos ocupa un lugar destacado que hay alentar y agradecer. Ella participa de esa autonomía de lo humano que tiene sus propias causas. Cuando la Iglesia se acerca a esta realidad lo hace desde la Pastoral de la Salud, para significar el sentido positivo frente a la enfermedad. Esta Pastoral mira la totalidad de la vida del hombre. Podemos distinguir lo humano de lo espiritual pero nunca separarlos, son realidades que conviven en la unidad de un mismo ser.

La atención espiritual al enfermo es un profundo acto de caridad, porque se basa en una mirada de fe en la vida, la vocación y circunstancias concretas en que se encuentra. ¡Cuántas veces una experiencia espiritual capacita al enfermo para sobrellevar los momentos difíciles de su enfermedad! La atención espiritual al enfermo no consiste en ofrecer milagros, sino en dar sentido y esperanza a su vida, sabiendo que la muerte puede estar cercana. La verdad del hombre como ser creado con destino de eternidad, no puede estar ausente de una verdadera atención al enfermo y a su familia. Sólo desde la fe comprendemos el sentido último de la vida del hombre.

Cuánta necesidad tenemos de agentes de Pastoral de la Salud que acompañen a nuestros hermanos enfermos desde la Palabra de Jesucristo, que es camino de Vida Plena para ellos. El Evangelio ilumina, da sentido y fortalece su fragilidad. Al tiempo que agradezco a tantos voluntarios que han asumido con fe y amor este servicio pastoral en la Iglesia, invito a quienes puedan sumarse a esta tarea que nos ha dejado Jesucristo. Él quiere seguir estando cerca del que sufre, no olvidemos que esto es parte de su opción preferencial por el pobre.

Reciban de su Obispo en esta Jornada Nacional del Enfermo mi bendición en el señor Jesús, que nos ha enseñado a estar cerca del dolor.

Mons. José María Arancedo

Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz

El Episcopado elige autoridades: Mons Arancedo, presidente

El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, fue elegido ayer nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, cargo que ejercerá en el trienio 2011-2014.

El prelado santafesino será secundado por el obispo de Neuquén, monseñor Virginio Bressanelli, y por el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, en las vicepresidencias primera y segunda, respectivamente.
En tanto, el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Enrique Eguía Seguí, fue reelecto como secretario general para un nuevo período.

Los obispos también eligieron a los presidentes de las comisiones episcopales, mientras este miércoles continuarán votando para determinar quiénes las integrarán como miembros.

Fe y Cultura: Sergio Fenoy, de San Miguel.
Catequesis y Pastoral Bíblica: Mario Poli, de Santa Rosa
Ministerios: Sergio Buenanueva, auxiliar de Mendoza
Vida Consagrada: Carlos María Franzini, de Rafaela

Pastoral Social: Jorge Lozano, de Gualeguaychú

Educación Católica: Héctor Aguer, La Plata
Apostolado de los Laicos y Pastoral Familiar: Andrés Stanovnik, de Corrientes
Comunicación Social: Agustín Radrizzani, Mercedes-Luján
Consejo de Asuntos Económicos: Joaquín Sucunza, auxiliar de Buenos Aires
Cáritas Argentina: Oscar Ojea, coadjutor de San Isidro.
Misiones: Vicente Bokalic, auxiliar de Buenos Aires
Ecumenismo, Relaciones con el Judaísmo y con otras Religiones: Carlos Ñañez, de Córdoba
Pastoral Aborigen: Damián Bitar, de Oberá
Iglesias Orientales: Abdo Arbach, exarca para los Fieles de Rito Greco-Melquita
Ayuda a las Regiones Más Necesitadas: Adolfo Armando Uriona, de Añatuya
Migraciones y Turismo: Carlos H. Malfa, de Chascomús
Pastoral Universitaria: Eduardo Taussig, de San Rafael.

Fuente: AICA

miércoles, 26 de octubre de 2011

Mensaje del Santo Padre para la 98 Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado

Queridos hermanos y hermanas:
Anunciar a Jesucristo, único Salvador del mundo, «constituye la misión esencial de la Iglesia; una tarea y misión que los cambios amplios y profundos de la sociedad actual hacen cada vez más urgentes» (E.N. 14). Más aún, hoy notamos la urgencia de promover, con nueva fuerza y modalidades renovadas, la obra de evangelización en un mundo en el que la desaparición de las fronteras y los nuevos procesos de globalización acercan aún más las personas y los pueblos, tanto por el desarrollo de los medios de comunicación como por la frecuencia y la facilidad con que se llevan a cabo los desplazamientos de individuos y de grupos. (...)

El tema que he elegido este año para la Jornada mundial del emigrante y del refugiado – Migraciones y nueva evangelización – nace de esta realidad (...) En efecto, las migraciones internas o internacionales realizadas en busca de mejores condiciones de vida o para escapar de la amenaza de persecuciones, guerras, violencia, hambre y catástrofes naturales, han producido una mezcla de personas y de pueblos sin precedentes, con problemáticas nuevas no solo desde un punto de vista humano, sino también ético, religioso y espiritual (...) 

Nuestro tiempo está marcado por intentos de borrar a Dios y la enseñanza de la Iglesia del horizonte de la vida, mientras crece la duda, el escepticismo y la indiferencia, que querrían eliminar incluso toda visibilidad social y simbólica de la fe cristiana. En este contexto, los inmigrantes que han conocido a Cristo y lo han acogido son inducidos con frecuencia a no considerarlo importante en su propia vida, a perder el sentido de la fe, a no reconocerse como parte de la Iglesia, llevando una vida que a menudo ya no está impregnada de Cristo y de su Evangelio. Crecidos en el seno de pueblos marcados por la fe cristiana, a menudo emigran a países donde los cristianos son una minoría o donde la antigua tradición de fe ya no es una convicción personal ni una confesión comunitaria, sino que se ha visto reducida a un hecho cultural. Aquí la Iglesia afronta el desafío de ayudar a los inmigrantes a mantener firme su fe, aun cuando falte el apoyo cultural que existía en el país de origen, buscando también nuevas estrategias pastorales, así como métodos y lenguajes para una acogida siempre viva de la Palabra de Dios (...)

El actual fenómeno migratorio es también una oportunidad providencial para el anuncio del Evangelio en el mundo contemporáneo.(...) En el comprometedor itinerario de la nueva evangelización en el ámbito migratorio, desempeñan un papel decisivo los agentes pastorales – sacerdotes, religiosos y laicos –, que trabajan cada vez más en un contexto pluralista: en comunión con sus Ordinarios, inspirándose en el Magisterio de la Iglesia, los invito a buscar caminos de colaboración fraterna y de anuncio respetuoso, superando contraposiciones y nacionalismos.

Por su parte, las Iglesias de origen, las de tránsito y las de acogida de los flujos migratorios intensifiquen su cooperación, tanto en beneficio de quien parte como, de quien llega y, en todo caso, de quien necesita encontrar en su camino el rostro misericordioso de Cristo en la acogida del prójimo. Para realizar una provechosa pastoral de comunión puede ser útil actualizar las estructuras tradicionales de atención a los inmigrantes y a los refugiados, asociándolas a modelos que respondan mejor a las nuevas situaciones en que interactúan culturas y pueblos diversos. (...)

Las comunidades cristianas han de prestar una atención particular a los trabajadores inmigrantes y a sus familias, a través del acompañamiento de la oración, de la solidaridad y de la caridad cristiana; la valoración de lo que enriquece recíprocamente, así como la promoción de nuevos programas políticos, económicos y sociales, que favorezcan el respeto de la dignidad de toda persona humana, la tutela de la familia y el acceso a una vivienda digna, al trabajo y a la asistencia.(...)


Vaticano, 21 de septiembre de 2011 BENEDICTUS PP. XVI

martes, 18 de octubre de 2011

XI Encuentro Nacional para Dirigentes Políticos y Sindicales

El 17 de septiembre de este año se realizó en Luján el XI Encuentro Nacional para Dirigentes Políticos y Sindicales, con el tema “Hacia un Bicentenario en Justicia y Solidaridad 2010-2016” - ARGENTINA: Construyendo un proyecto de país; de permanente búsqueda del Bien Común. Este encuentro se halla enmarcado en el trabajo realizado por la Pastoral Social de Argentina iniciado desde el 2005 con el "Foro debate Estrategia País". Fueron convocados jóvenes laicos involucrados en la vida social, política, sindical y miembros de movimientos eclesiales y jóvenes de espacios políticos que vienen acompañando este programa de formación y reflexión a lo largo de los encuentros que hemos realizado en nuestro país desde 2007.

El Primer ESPACIO DE REFLEXIÓN, cuyo tema convocante fue “La participación política para transformación social”, lo iluminó Monseñor Jorge Casaretto, Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social: “Me gustaría hablar de la vocación de ustedes. La Iglesia se preocupa por la gente y la sociedad toda, y tiene una serie de ideas acumuladas —2000 años de existencia en diálogo con distintas culturas— con las que elaboramos nuestro pensamiento social. Y acá notamos dos dimensiones: la Iglesia y ustedes, y la Iglesia y la sociedad. Dice Jesús que allí donde está tu tesoro está tu corazón. Creo que éste podría ser el eje central de esta conversación. ¿En qué están poniendo ustedes su corazón?”, preguntó monseñor Casaretto a los jóvenes asistentes.

Y continuó: “En la vida se nos presentan 3 dimensiones: Dios, las otras personas y las cosas. Dimensiones que abarcan toda nuestra vida. Si me siento hijo ante Dios, hermano ante las otras personas y señor ante las cosas, estoy viviendo bien. Una cosa es hacer política pensando que el otro es mi contrincante y otra bien distinta si pienso que es mi enemigo. Estas dimensiones me presentan un comportamiento que surge de la vocación genérica por la fraternidad. Ante la calumnia, se pueden encontrar caminos que nos alejen de la mentira. El hombre, la mujer que están en política, en la vida sindical, debe ver las cosas como instrumentos y no como fines”.

Monseñor Casaretto profundizó sobre la cuestión de la vocación: “Si ustedes están reunidos acá es porque tienen una vocación además de una ocupación. La vocación es algo más amplio, casi una misión. Nos ‘pica el bichito’ de que otros pueden vivir mejor a través de nuestro esfuerzo personal. Ahí aparece la vocación. Esta diferencia es importante porque se descubre el bien común y ya ustedes no pueden ser felices si no pueden serlo todos los argentinos. Por esto, ustedes tienen que dar gracias a Dios. Valoren el hecho de haber sido tocados por Dios para fortalecer los partidos políticos, los estamentos sindicales”.

Quienes se preocupan por el bien común necesariamente se conectan e interactúan con el poder, el dinero y el placer. “Quisiera desarrollar estas 3 relaciones —afirmó Casaretto—. En la vida si no se tiene poder no se puede cambiar nada y el poder como tal es bueno, el tema radica en cómo lo usamos. Usarlo para la autoexaltación o manejar a los demás no lleva a la construcción del bien común. Desde el poder se sirve a la gente como instrumento de transformación de la realidad, especialmente de nuestros hermanos más pobres. Desde el poder tenemos que exaltar la dignidad e las personas.”

Luego, Casaretto se explayó sobre la relación con el dinero: “Aunque tiene mala prensa porque es sinónimo de corrupción, representa un bien, es un símbolo de las cosas. Y si no hay presupuesto no se puede favorecer a los pobres. El tema es, ¿lo vamos a usar para enriquecernos, para corromper? Claro que la relación con el dinero es difícil, ¿entonces cómo hacemos? La política debe dar un medio de sustento para que los políticos no entren en negociados para poder vivir, llevar las cuentas claras y no tiene que ser elemento de corrupción. Los argentinos quieren ver personas dignas y transparentes. Ustedes tienen que convencerse de esto”.

“Dios puso en el corazón del hombre un deseo de felicidad”, empezó Casaretto al ahondar en la relación del hombre con el placer. “Ustedes tienen que encontrar en la vocación política y sindical un gusto, un sentimiento de felicidad y a la vez compatibilizar la vida familiar con la vida política.” Volvió a la frase de Jesús sobre dónde está el tesoro del hombre: “El tesoro está en la vocación que hemos recibido de manera que el servicio desde la política y el sindicalismo esté equilibrado con la vocación por la familia. Y ahora la Iglesia aterriza estos conceptos en la realidad concreta. Lo hicimos en el Documento del Bicentenario y en mayo de este año en Rosario durante el Congreso de Doctrina Social de la Iglesia. En el Documento los ejes conceptuales son la opción preferencial por los pobres, el valor de la vida en todas sus dimensiones, gestar acuerdos a través del diálogo y tener en cuenta el desarrollo integral de las personas.”

Para finalizar puntualizó los conceptos básicos que aparecieron durante el citado Congreso: “necesidad de fortalecimiento familiar, jóvenes ‘ni-ni’ (ni estudian ni trabajan), luchar contra el narcotráfico, promover el derecho universal al primer empleo y la reforma educativa”.

El Segundo ESPACIO DE REFLEXIÓN tuvo como eje temático "La política como medio para construir un proyecto común y el espacio de los jóvenes". Compartieron sus reflexiones Mariano Pinedo (Subsecretario de Integración Nacional del Gobierno Nacional), Ricardo Gil Lavedra (Diputado Nacional por la Unión Cívica Radical) y Alfreso Ferraresi (Secretario General del gremio de Empleados de Farmacia), coordinados por Leonardo Blanc, miembro del Equipo Nacional de Nuevos Dirigentes.

“Creo en la historia como un proceso de los pueblos y nuestra actuación en la política debe tener presente las tradiciones, el bagaje cultural y los sueños de los pueblos. Si se entiende lo anterior, los rótulos o cargos o funciones de los dirigentes políticos pasan a un segundo plano, para dar paso aun rol de servicio de mayor riqueza. El sujeto político por excelencia es la familia. Si no valoramos la importancia política de la familia, terminamos aislando al hombre para que ejerza su libertad.” (PINEDO)

“El bien común ha sido materia de estudio a lo largo de la historia con lo cual la búsqueda de la felicidad también lo es. (…) La democracia debe asegurar un disfrute de derechos. Y esto es inseparable de la política. (…) La concepción aristotélica de la política contempla dos vertientes: la ética y la estética, y se separa de la concepción del poder como dominación. (…) La democracia, por supuesto, es a soberanía del pueblo. No es un método electoral, es el sistema que permite alcanzar el bienestar, la felicidad. Esto le da sentido a la democracia. La democracia participativa no incluye solamente a la mayoría. Las minorías también forman parte de la soberanía popular. La democracia es una actitud de servicio. Los que militamos estamos haciendo, en última instancia, un acto de amor.” (GIL LAVEDRA)

“Somos humanistas cristianos haciendo sindicalismo y política. (…) El sindicato posibilita la participación. (…) A los jóvenes les recomiendo que estudien, recuperen la memoria histórica y van a ver que los obreros y los jóvenes siempre fueron los protagonistas de las transformaciones.” (FERRARESI)

Fuente: Equipo de Nuevos Dirigentes COMISIÓN EPISCOPAL DE PASTORAL SOCIAL- Conferencia Episcopal Argentina (CEA) http://nuevosdirigentes.blogspot.com

domingo, 9 de octubre de 2011

Declaración de los Equipos de Pastoral Social y Pastoral Aborigen- Diócesis de Comodoro Rivadavia


Por un desarrollo integral, solidario y sustentable



Los Equipos de Pastoral Aborigen y Pastoral Social de la Diócesis de Comodoro Rivadavia quieren manifestar su profunda inquietud ante las nuevas versiones que darían cuenta de una posible modificación a la Ley N º 5001, la primera Ley que reprueba la extracción megaminera del país, la cual fuera emulada por otras tantas provincias del país.Dado el escenario político que se ha creado en vista a la renovación de autoridades a nivel provincial, y las recurrentes versiones que indicarían un incremento de la exploración y explotación minera en la meseta chubutense deseamos recordar algunas cuestiones e interpelar otras.

Como Iglesia chubutense, junto a otros actores sociales con los que compartimos el mismo espacio de ciudadanía, somos partícipes desde hace años de la misma honda preocupación acerca de la política extractiva en nuestra provincia. Esta voz se ha mezclado e integrado con otras voces que sienten la misma inquietud y tienen los mismos anhelos de un desarrollo que sea humano, integral, solidario y sostenible para los pobladores de nuestra provincia. Y desde nuestra visión tanto cristiana como ciudadana, abordamos este desafío que trasciende lo exclusivamente religioso, para buscar de abordarlo de manera integral. Ningún aspecto puede quedar fuera, ya que afecta a todas las dimensiones del ser humano.Es por eso que desde hace años, los obispos patagónicos y sus equipos de Pastoral Aborigen y Social, se han manifestado recurrentemente respecto de este tema, rechazando firmemente una política extractiva megaminera con uso de explosivos y de insumos tóxicos cuyo poder de contaminación y producción de desechos, sabemos, traen efectos devastadores hacia recursos como el agua, el suelo, el aire y la luz, que son bienes comunes.


La tensión provocada por la lógica de un sistema mundial de producción ha generado una cultura consumista que hemos de cuestionar terminantemente, para garantizar un futuro común para todos: los que estamos y los que vendrán.Por ello, definimos como un retroceso al actual estado de situación de querer modificar el marco regulatorio adaptando una ley que fuera el fruto de una lucha y reivindicación de todo un pueblo como lo fue aquel histórico “No a la mina” de Esquel. Consideramos que aún no se ha dado un debate que analice en forma integral, orgánica y accesible a todos, acerca de las consecuencias de este tipo de extracción para poder definir o no su rechazo. Salvo la notable experiencia colectiva de Esquel y de otras convocatorias recientes, no ha habido espacios de debate público destinados a la población en general y con la participación de funcionarios y legisladores responsables de las decisiones que se toman. Además debemos considerar las deficiencias del sistema de representación política cuestionado por su fragilidad y falta de transparencia.


Debe mencionarse el enorme esfuerzo de distintos ámbitos de la sociedad civil (foros, vecinos autoconvocados, comunidades mapuche-tehuelches, colectivos ambientales, entidades de derechos humanos y otros ciudadanos), y de esta propia Iglesia, junto a otras confesiones, que han movilizado y motorizado espacios de intercambio y concientización en pueblos y ciudades de la provincia, para el conocimiento de las consecuencias de esta actividad.Pero consideramos que es deber ineludible del Estado garantizar el acceso a toda la información posible y en forma exhaustiva de las consecuencias inmediatas y futuras, de la actividad megaminera. Rechazamos de plano dejar sólo en manos de las empresas -transnacionales- la responsabilidad de la información, habida cuenta de los poderosos intereses en juego que regulan la óptica de sus acciones.


Es sabido por todos que esta minería afecta directamente “los Derechos de las comunidades aborígenes, alterando su hábitat, y poniendo en riesgo la base de su subsistencia centrada en la ganadería ovina y caprina, agrediendo su cultura caracterizada por el respeto a la naturaleza y el amor a la madre tierra como fuente de alimento, casa común y altar del compartir humano” (1). “La Constitución Nacional (art. 75, inc. 17) y la Provincial (art.34) establecen su participación en la gestión referida a los recursos naturales y en los demás intereses que los afecten”. Por su parte el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, protege el derecho a la existencia colectiva, a la identidad cultural, a la propia institucionalidad y a la participación”(2) lo cual impone al Estado el deber de consultarlos obligadamente. Ellos deben ser los responsables y los protagonistas de su modo de vivir y de su cultura y de su destino. Aún no se han instrumentado los mecanismos que aseguren el respeto del derecho a la participación indígena, incluso facilitado los medios económicos necesarios y con los tiempos adecuados para que las instituciones representativas puedan ejercer estos derechos. Y esto es de indudable competencia del Estado


Vemos cómo se quiere instalar un discurso único acerca de los beneficios de los emprendimientos mineros, como única tabla de salvación para el sustento de pobladores y para el resto de la provincia, cuando no ha habido una verdadera, continua y sostenible política integral a través del tiempo, que les permitiera lograr cierto bienestar y calidad de vida, lograda por ellos mismos. Y donde dicha sustentabilidad, autóctona y genuina a sus raíces, debiera darse a partir de diversas áreas de promoción del desarrollo a beneficio de todos sin excepción. Como, por ejemplo, la utilización del acuífero “recientemente descubierto” para el desarrollo de los emprendimientos ganaderos existentes y futuros.
Este hecho ha provocado la fragmentación de la población en general contraponiendo conceptos tan atractivos como “desarrollo” y ” progreso” al de “sentido ético”, el cual es descalificado por su aparente inutilidad material. Sabemos que en nombre del progreso se ha cometido mucho daño irreparable para el planeta. Todos queremos progreso, pero no a cualquier costo y menos si hace peligrar la vida de las futuras generaciones.Pero insistimos en que es “necesario instalar una visión ético-espiritual, -la cual supera el plano religioso y es propiedad de todas las personas- de profunda raíz histórica, cultural y ancestral para acordar decisiones compartidas, de manera responsable y comunitaria, interpelando y oponiendo otro modelo distinto al provisto por el sistema donde el afán de lucro y de explotación hiere permanentemente a los recursos de nuestro planeta” (3).


Nuestra provincia podría liderar otro tipo de propuesta de un “desarrollo alternativo, integral y solidario”, basado en una ética que incluya la responsabilidad por una ecología natural y humana, superando la lógica utilitarista e individualista”, donde los poderes económicos, tecnológicos y políticos no se someten a criterios éticos. (4)Hoy necesitamos rescatar la actitud del cuidado y la protección como instrumentos para un “buen vivir”, como gesto amoroso que pretende preservar la herencia que recibimos del universo y de la cultura y garantizar verdaderamente un mejor futuro para todos. (5) 


4 de Octubre de 2011. Festividad de Francisco de Asís, patrono de la ecología
 Citas:

(1)(2)(3)(4) Documento: “Reflexiones sobre la Megaminería ” Virginio Bressanelli scj, obispo de la Diócesis Comodoro Rivadavia y Comisiones Diocesanas de Pastoral Social y Pastoral Aborigen, 2009.

 (5) “Críticos, creativos, cuidantes- textos breves”: Leonardo Boff, Centro Nueva Tierra, 2005.