El 17 de septiembre de este año se realizó en Luján el XI Encuentro Nacional para Dirigentes Políticos y Sindicales, con el tema “Hacia un Bicentenario en Justicia y Solidaridad 2010-2016” - ARGENTINA: Construyendo un proyecto de país; de permanente búsqueda del Bien Común. Este encuentro se halla enmarcado en el trabajo realizado por la Pastoral Social de Argentina iniciado desde el 2005 con el "Foro debate Estrategia País". Fueron convocados jóvenes laicos involucrados en la vida social, política, sindical y miembros de movimientos eclesiales y jóvenes de espacios políticos que vienen acompañando este programa de formación y reflexión a lo largo de los encuentros que hemos realizado en nuestro país desde 2007.
El Primer ESPACIO DE REFLEXIÓN, cuyo tema convocante fue “La participación política para transformación social”, lo iluminó Monseñor Jorge Casaretto, Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social: “Me gustaría hablar de la vocación de ustedes. La Iglesia se preocupa por la gente y la sociedad toda, y tiene una serie de ideas acumuladas —2000 años de existencia en diálogo con distintas culturas— con las que elaboramos nuestro pensamiento social. Y acá notamos dos dimensiones: la Iglesia y ustedes, y la Iglesia y la sociedad. Dice Jesús que allí donde está tu tesoro está tu corazón. Creo que éste podría ser el eje central de esta conversación. ¿En qué están poniendo ustedes su corazón?”, preguntó monseñor Casaretto a los jóvenes asistentes.
Y continuó: “En la vida se nos presentan 3 dimensiones: Dios, las otras personas y las cosas. Dimensiones que abarcan toda nuestra vida. Si me siento hijo ante Dios, hermano ante las otras personas y señor ante las cosas, estoy viviendo bien. Una cosa es hacer política pensando que el otro es mi contrincante y otra bien distinta si pienso que es mi enemigo. Estas dimensiones me presentan un comportamiento que surge de la vocación genérica por la fraternidad. Ante la calumnia, se pueden encontrar caminos que nos alejen de la mentira. El hombre, la mujer que están en política, en la vida sindical, debe ver las cosas como instrumentos y no como fines”.
Monseñor Casaretto profundizó sobre la cuestión de la vocación: “Si ustedes están reunidos acá es porque tienen una vocación además de una ocupación. La vocación es algo más amplio, casi una misión. Nos ‘pica el bichito’ de que otros pueden vivir mejor a través de nuestro esfuerzo personal. Ahí aparece la vocación. Esta diferencia es importante porque se descubre el bien común y ya ustedes no pueden ser felices si no pueden serlo todos los argentinos. Por esto, ustedes tienen que dar gracias a Dios. Valoren el hecho de haber sido tocados por Dios para fortalecer los partidos políticos, los estamentos sindicales”.
Quienes se preocupan por el bien común necesariamente se conectan e interactúan con el poder, el dinero y el placer. “Quisiera desarrollar estas 3 relaciones —afirmó Casaretto—. En la vida si no se tiene poder no se puede cambiar nada y el poder como tal es bueno, el tema radica en cómo lo usamos. Usarlo para la autoexaltación o manejar a los demás no lleva a la construcción del bien común. Desde el poder se sirve a la gente como instrumento de transformación de la realidad, especialmente de nuestros hermanos más pobres. Desde el poder tenemos que exaltar la dignidad e las personas.”
Luego, Casaretto se explayó sobre la relación con el dinero: “Aunque tiene mala prensa porque es sinónimo de corrupción, representa un bien, es un símbolo de las cosas. Y si no hay presupuesto no se puede favorecer a los pobres. El tema es, ¿lo vamos a usar para enriquecernos, para corromper? Claro que la relación con el dinero es difícil, ¿entonces cómo hacemos? La política debe dar un medio de sustento para que los políticos no entren en negociados para poder vivir, llevar las cuentas claras y no tiene que ser elemento de corrupción. Los argentinos quieren ver personas dignas y transparentes. Ustedes tienen que convencerse de esto”.
“Dios puso en el corazón del hombre un deseo de felicidad”, empezó Casaretto al ahondar en la relación del hombre con el placer. “Ustedes tienen que encontrar en la vocación política y sindical un gusto, un sentimiento de felicidad y a la vez compatibilizar la vida familiar con la vida política.” Volvió a la frase de Jesús sobre dónde está el tesoro del hombre: “El tesoro está en la vocación que hemos recibido de manera que el servicio desde la política y el sindicalismo esté equilibrado con la vocación por la familia. Y ahora la Iglesia aterriza estos conceptos en la realidad concreta. Lo hicimos en el Documento del Bicentenario y en mayo de este año en Rosario durante el Congreso de Doctrina Social de la Iglesia. En el Documento los ejes conceptuales son la opción preferencial por los pobres, el valor de la vida en todas sus dimensiones, gestar acuerdos a través del diálogo y tener en cuenta el desarrollo integral de las personas.”
Para finalizar puntualizó los conceptos básicos que aparecieron durante el citado Congreso: “necesidad de fortalecimiento familiar, jóvenes ‘ni-ni’ (ni estudian ni trabajan), luchar contra el narcotráfico, promover el derecho universal al primer empleo y la reforma educativa”.
El Segundo ESPACIO DE REFLEXIÓN tuvo como eje temático "La política como medio para construir un proyecto común y el espacio de los jóvenes". Compartieron sus reflexiones Mariano Pinedo (Subsecretario de Integración Nacional del Gobierno Nacional), Ricardo Gil Lavedra (Diputado Nacional por la Unión Cívica Radical) y Alfreso Ferraresi (Secretario General del gremio de Empleados de Farmacia), coordinados por Leonardo Blanc, miembro del Equipo Nacional de Nuevos Dirigentes.
“Creo en la historia como un proceso de los pueblos y nuestra actuación en la política debe tener presente las tradiciones, el bagaje cultural y los sueños de los pueblos. Si se entiende lo anterior, los rótulos o cargos o funciones de los dirigentes políticos pasan a un segundo plano, para dar paso aun rol de servicio de mayor riqueza. El sujeto político por excelencia es la familia. Si no valoramos la importancia política de la familia, terminamos aislando al hombre para que ejerza su libertad.” (PINEDO)
“El bien común ha sido materia de estudio a lo largo de la historia con lo cual la búsqueda de la felicidad también lo es. (…) La democracia debe asegurar un disfrute de derechos. Y esto es inseparable de la política. (…) La concepción aristotélica de la política contempla dos vertientes: la ética y la estética, y se separa de la concepción del poder como dominación. (…) La democracia, por supuesto, es a soberanía del pueblo. No es un método electoral, es el sistema que permite alcanzar el bienestar, la felicidad. Esto le da sentido a la democracia. La democracia participativa no incluye solamente a la mayoría. Las minorías también forman parte de la soberanía popular. La democracia es una actitud de servicio. Los que militamos estamos haciendo, en última instancia, un acto de amor.” (GIL LAVEDRA)
“Somos humanistas cristianos haciendo sindicalismo y política. (…) El sindicato posibilita la participación. (…) A los jóvenes les recomiendo que estudien, recuperen la memoria histórica y van a ver que los obreros y los jóvenes siempre fueron los protagonistas de las transformaciones.” (FERRARESI)
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